La probable recuperación de la industria de la construcción en 2021, que suma más de dos años con tendencia negativa, podría añadirse a los factores que han apuntalado el comercio al por menor de productos ferreteros en 2020: el “Hágalo usted mismo” y las ventas en línea como resultado del cambio de hábitos de compra de los consumidores.
En 2020 el “Hágalo usted mismo” y el incremento de las ventas en línea compensaron, en alguna medida, la caída de la demanda de los sectores construcción e industria. En 2021 la industria de la construcción, con un crecimiento estimado en 4.3%, podría sumarse a los factores que apuntalaran el comercio al por menor de productos ferreteros.
A siete meses de la declaratoria de pandemia en México no queda claro que las autoridades sanitarias tengan bajo control los contagios por Covid-19; mientras tanto los países europeos están entrando a una fase de rebrote. Así, la incertidumbre derivada de la crisis sanitaria, como uno de los principales factores de afectación a la economía de México y el mundo, se mantiene latente hasta en tanto no se disponga de una vacuna, y esto es algo que se ve probable hacia finales del 2020 o a mediados del 2021.
Y en medio de este difícil contexto, las ventas del sector ferretero –en su carácter de actividad esencial– ha mantenido un ritmo de crecimiento positivo. De acuerdo con datos del Inegi, el comercio al por menor de artículos de ferretería, tlapalería y vidrios han reportado tasas de crecimiento mensual positivo de mayo a julio; aunque cabe anotar que, en abril, el primer mes de confinamiento y cierre de actividades económicas no esenciales, registró un desplome superior al 16%. En términos anuales, de abril a julio, el crecimiento de las ventas al por menor se han mantenido en terreno negativo, aunque en niveles moderados.
Durante los eventos ferreteros organizados por asociaciones ferreteras regionales y Expo Nacional Ferretera se mencionó que el crecimiento en las ventas de algunas herramientas del hogar fue de alrededor del 44% en el primer semestre del año impulsado, en buena medida, por el crecimiento del mercado del “Hágalo usted mismo” y de las ventas en línea de productos ferreteros, tales como herrajes para puertas y ventanas, martillos, tuberías de PVC, pintura y conexiones de PVC. Estos factores se mantendrán en los próximos meses, aunque probablemente ya no registren tasas de crecimiento tan elevadas.
Hacia adelante, la expectativa de crecimiento del sector ferretero se vislumbra moderadamente positivo sustentado en: A) Un mejor desempeño de la industria de la construcción, uno de los principales clientes de la industria ferretera. De acuerdo con un documento de análisis de Citibanamex “la construcción es una de las actividades que han logrado reactivarse prácticamente sin restricciones, sin embargo, la falta de inversión e incertidumbre han limitado una recuperación más acelerada”. En el segundo trimestre de 2020, la actividad en este sector cayó 34% respecto al mismo periodo de un año antes, y para el cierre de 2020 estiman una contracción del 20.5 por ciento. En lo que se refiere a las perspectivas 2021, la Cámara Mexicana de la Industria de la Construcción (CMIC) prevé el inicio de su recuperación tras sumar 25 meses en contracción; Citibanamex estima que podría registrar un crecimiento de 4.3%. B) El mercado de mejoras para el hogar, que resultó determinante para el buen desempeño del sector en los meses más críticos de la pandemia, podría mantener un comportamiento positivo esta vez aderezado con una mayor demanda derivada del enfoque de la política de vivienda del actual gobierno que busca dar a los derechohabientes los créditos para compra, remodelación o ampliación de manera directa, sin intermediarios. C) El crecimiento de las ventas en línea también seguirá mostrando un efecto positivo en las ventas del sector ferretero.
En resumen, las expectativas de crecimiento del sector ferretero para 2020 y 2021 son positivas, aunque moderadas. Es importante resaltar que su carácter de sector esencial lo ayudó a aminorar los efectos adversos de la cuarentena, aunque el cierre de comercios e industrias no esenciales, así como las medidas de confinamiento de la población impactaron al comercio en su conjunto al caer la generación de la masa salarial y, con ello, la capacidad de compra de las familias. Inegi reportó que en abril 12 millones de personas se quedaron sin ingresos a causa de la pandemia.
Recordemos que en el segundo trimestre del año, el Producto Interno Bruto (PIB) se desplomó un 18.7% y que los analistas estiman que la economía recuperará los niveles que tenía en 2018 hasta el 2025, pues se prevé que la recuperación será lenta. Para este año estiman una caída del 9.8% y para el 2021 un crecimiento del 3.4%, impulsado por la demanda externa (exportaciones) y sectores menos expuestos a los riesgos de la pandemia.
La reconversión del sector ferreteroEl comercio al detalle de productos ferreteros ha sufrido diversas transformaciones en las últimas dos décadas entre las que destacan: A) La llegada de cadenas de tiendas de “Mejoras para el hogar”. La incursión de grandes cadenas comerciales con productos de mejoras para el hogar con el concepto de “todo bajo un mismo techo”. Aunque este formato inició en México con las cadenas de origen nacional Total Home y Home Mart, su expansión se dio, principalmente con la llegada de la estadounidense The Home Depot, a través de la compra de las 23 tiendas de las cadenas mencionadas en 2001 y 2004 respectivamente; hoy operan 126 puntos de venta distribuidos en el territorio nacional, además de tener una fuerte participación en el comercio en línea. En 2010 arribó Lowe´s, otra cadena estadounidense, aunque cerró sus puertas en 2019 y un año antes llegó Sodimac, cadena de tiendas de mejoras para el hogar perteneciente a la empresa chilena Falabella, de la mano de Soriana. En el mercado también participan otras cadenas de ferretería importantes, así como especializadas; por ejemplo, en pintura o materiales para la construcción. B) El comercio en línea. El desarrollo exponencial del Internet y las redes sociales, acentuado por la pandemia del coronavirus y el confinamiento, incidieron en cambios de hábitos de compra de los consumidores. El mapa ferretero del país contabiliza una red de establecimientos comerciales dedicados a la venta de productos de ferretería y tlapalería en más 63,000 unidades entre las que se encuentran los ferreteros de barrio –principal operador–, ferreterías nacionales con dos o más sucursales y los grandes almacenes extranjeros, y todas –grandes, medianas y chicas– han tenido que ajustarse a los cambios en gustos y hábitos de los consumidores, siendo uno de ellos la mayor demanda de productos en línea (distintos canales digitales) con entrega a domicilio; sin embargo, también se ha trabajado en el desarrollo de otros canales de venta como es la tienda física aunque las ventas en línea son las que hoy por hoy le dan a las pequeñas y medianas ferreterías el impulso para competir con los grandes jugadores del sector. De acuerdo con Javier García, director de Expo Nacional Ferretera, los establecimientos ferreteros buscaron nuevas formas para acercarse a los clientes pues los hábitos de consumo han cambiado y ahora se invierte más en mejorar la casa, lo que ha llevado a los fabricantes a crear diversas estrategias para hacer llegar su producto al usuario final a la vez que la emergencia sanitaria del COVID-19 aceleró el ingreso de las industrias mexicanas a la era digital “tanto que, el sector obtuvo un incremento en ventas en e-commerce de más de 10 veces respecto a 2019 y se espera que siga creciendo pues un elevado porcentaje de los establecimientos ferreteros aún se encuentran rezagados en su incursión en las ventas online”. Por el lado de los proveedores, el sector ferretero también ha experimentado cambios importantes y dos de ellos son: a) La apertura comercial. El inicio de la apertura comercial de México a mediados de los 80s con su ingreso al GATT; y, b) La inclusión de China en la Organización Mundial de Comercio (OMC) en 2001. Derivado de este último evento, varias industrias se redujeron al máximo y otras simplemente optaron por transformarse de fabricantes a comercializadoras de productos importados pues el mercado se inundó de mercancías de bajo precio y, en muchos de los casos, baja calidad, principalmente los de procedencia china cuya competencia se centraba –durante los primeros años– en el precio sacrificando calidad de la mercancía asiática. En los últimos años esto ha cambiado, el país asiático ha pasado de ser el manufacturero de occidente a competir frontalmente con productos de calidad en diversas actividades industriales, entre ellos, los productos ferreteros. En México, la oferta de productos del sector ferretero es vasta gracias a la participación de marcas globales que han llegado al país a instalar plantas para la fabricación de algunos de sus productos; otros, los traen de su matriz y filiales establecidas en otros países. En lo que se refiere a la industria ferretera mexicana, destacan marcas cuyos catálogos de productos son muy importantes, pero un porcentaje considerable de ellos es abastecido por proveedores que ayudan a sus clientes a desarrollar su marca propia con productos de alta calidad, provenientes de China, Hong Kong y Corea del Sur, entre otros países asiáticos; aunque también las hay provenientes de Estados Unidos, Canadá y el Reino Unido, y que se han quedado como comercializadores de productos importados, principalmente de los que requieren mayor tecnología. |