El 28 de octubre de 2021 Mark Zuckerberg, dueño de Facebook, Instagram, WhatsApp y Oculus (fabricante de lentes de realidad virtual), anunció que su nuevo nombre corporativo será Meta y tendrá como misión llevar a la humanidad al metaverso, aunque admite que esta tarea involucrará a todas las empresas tecnológicas y que será un proceso de largo plazo.

Zuckerberg señala que en el universo digital que será el metaverso, las personas “podrán teletransportarse instantáneamente como un holograma para estar en la oficina, la escuela sin tener que desplazarse, a un concierto con amigos, a la sala de sus padres para ponerse al día. Es pues la próxima evolución de la conectividad, donde todo empieza a unirse en un universo integrado que imita al nuestro, de modo que se vive la vida virtual de la misma forma que vive la vida física”. Todo, con dispositivos de realidad virtual, gafas de realidad aumentada, aplicaciones en smartphones y otros dispositivos.

El metaverso se define como una red de entornos virtuales en los que la gente interactúa a través de avatares, identidades virtuales que los representan en una aplicación o sitio web en espacios 3D e inmersivos (ambiente tridimensional que el usuario percibe a través de estímulos sensoriales).

Y aunque el anuncio de Zuckerberg aparece como innovador y disruptivo lo cierto es que en este mundo virtual tridimensional ya han participan millones de personas a través de Second Life, una plataforma multimedia en línea —creada en 2003 por Linden Lab— que permite a las personas crear su propio avatar, aunque actualmente sus usuarios no suman un millón.

Esto podría cambiar drásticamente con la incursión y desarrollo que le provea Facebook, la red social más usada del mundo con más de 2,700 millones de personas y la adición de todas las empresas de tecnología que buscarán sumarse a su desarrollo, entre ellas el poderoso Microsoft, a una plataforma multimedia en línea corregida y aumentada.

Cabe anotar que al menos lo que se ha visto en Secod Life es todo un sistema económico en el que los participantes pueden crear su avatar y comprar prendas que se venden en sus boutiques de la web, así como comprar casas, muebles, autos, asistir a conciertos, etcétera; todo, utilizado su propia moneda (linden dollars con conversión a dólares reales).

Como puedes ver, el metaverso es llevar el uso de la tecnología en la interacción humana al siguiente nivel, ocupando espacios que antes eran únicamente físicos o mecánicos.

Temas por resolver

Es bien conocida la problemática que Facebook ha tenido que enfrentar durante los últimos años en lo que se refiere a seguridad, privacidad de datos de los usuarios, ética relajada ligada a beneficios económicos, etcétera.

Con el metaverso las interrogantes y preocupaciones se potencializan, porque se advierte que probablemente el desarrollo y participación de la gente en un mundo virtual requerirá de más datos personales, aumentado posibles abusos y desinformación.

Definitivamente el avance de la tecnología le lleva la delantera en muchos temas de protección de la privacidad, la seguridad y la legalidad (marco regulatorio) de lo que pueda ocurrir en una realidad virtual a los países en sus sistemas legales.

A este respecto Irene Levy, presidenta de Observatel, apunta “¿Dónde está el Estado? ¿No hay nadie que detenga su avance al menos para reflexionar si esto es lo mejor para la humanidad? ¿Cómo está cambiando y cómo modificará todo esto la mentalidad, las emociones y las relaciones humanas? ¿Hay acaso alternativas, límites, matices, o estamos frente al inexorable destino del ser humano? ¿Es este un límite de la democracia en el que un poder económico supranacional y metapolítico está diseñando las normas de convivencia de la nueva “sociedad de alta definición?”.

El metaverso, término acuñado por Neal Stephenson en su novela Snow Crash en 1992, nos lleva a concebir la existencia de un mundo digital paralelo en el que la gente se transporta virtualmente e interactúa con otras personas y en otros escenarios sin estar físicamente presente.

Por cierto, Bank of America incluye el metaverso entre las 14 tecnologías que van a revolucionar nuestra vida: “El metaverso comprenderá innumerables mundos virtuales conectados entre sí y con el mundo físico”. Y afirma “Generarán una economía robusta que abarcará desde el trabajo al ocio, al tiempo que transforma industrias y mercados de larga tradición como las finanzas y la banca, las tiendas y la educación, la salud y el fitness, así como el entretenimiento para adultos”.

La proyección de Raymond Kurzweil, pionero en desarrollar varios avances tecnológicos y director de ingeniería de Google desde 2012, es que en 2030 la gente pasará más tiempo en el metaverso que en la vida real. Facebook advirtió que tomaría de 10 a 15 años desarrollar productos interactivos para el metaverso.