En su informe el organismo ajustó a la baja su estimación de crecimiento para la economía mundial de 3.6 a 3.2% en 2022, y de 3.6 a 2.9% en 2023, año para el que anticipa la recesión. En el caso de la economía mexicana ajustó su pronóstico de 2% en abril a 2.4% en julio, aunque para el próximo año lo bajó de 2.5 a 1.2 por ciento.
Los ajustes se explican, de acuerdo con el organismo, por los diversos shocks que se suscitaron entre la publicación de sus informes de abril y julio; por ejemplo, el registro de una inflación superior a la esperada que derivó en la adopción de políticas monetarias más restrictivas (tasas de interés de referencia muy elevadas), la severa desaceleración de la economía china por los confinamientos obligados ante nuevos brotes de COVID-19, así como por otros efectos secundarios negativos suscitados por la guerra entre Rusia y Ucrania.
En este contexto, cada vez más las voces se suman a alertar sobre la llegada inminente de una recesión cuya duración y profundidad puede variar en cada país. Para la calificadora de valores Moody´s, la posibilidad de una recesión en el mundo en los siguientes 12 meses ha aumentado, y es Estados Unidos quien ha prendido las alertas por su agresiva política de incremento en las tasas de interés para desacelerar la demanda, aliviar la presión alcista sobre los precios y evitar que se arraigue la psicología inflacionaria.
Algunos analistas económicos consideran que el riesgo en la adopción de una política monetaria altamente restrictiva es que desacelere de más el crecimiento y en lugar de una desaceleración termine por provocar una recesión. Y cada vez son más quienes consideran inminente la fase recesiva de la economía estadounidense como resultado del derroche de estímulos económicos que realizó por la pandemia, los atascos en las cadenas de suministros por las restricciones de China y la invasión rusa de Ucrania, entre otros factores. Siete de cada 10 economistas en Estados Unidos creen que llegará este año o el próximo, según una encuesta realizada por el Financial Times y la Universidad de Chicago Booth.
¿Estados Unidos ya está en recesión? De acuerdo con la teoría económica una economía está en fase de recesión cuando registra dos trimestres consecutivos de crecimiento negativo de su Producto Interno Bruto (PIB) y en el caso de la economía del vecino del norte esto ya sucedió: cayó 1.6% a tasa anual en el primer trimestre de 2022 y 0.9% en el segundo de acuerdo con cifras preliminares del Departamento de Comercio. No obstante, no es el único indicador que determina si la economía de un país está o no en una fase de recesión de su ciclo económico, por lo que habría que estar atento a analizar lo que sucede con el consumo, el empleo y la inversión privada, entre otras variables, en los próximos meses.
Caso México
Moody´s prevé que ante la combinación de eventos desfavorables como la persistencia de choques de oferta en la economía global, los altos precios de las materias primas, y el debilitamiento de la demanda interna ante la necesidad de una mayor restricción monetaria para abatir la alta inflación la recesión en nuestro país es inminente y podría comenzar a mediados del próximo año con una duración de hasta tres trimestres. Su pronóstico de crecimiento para la economía mexicana en 2022 es de 1.8%, mientras que para 2023 espera una caída del orden de 1.7% dada la interdependencia de los ciclos económicos entre México y Estados Unidos.
La proyección es que, del segundo al cuarto trimestre del 2023, la economía mexicana acumule una contracción de 3.4%, mayor a la que reportaría Estados Unidos, de 2.1 por ciento. Y sería hasta el primer trimestre del 2024 cuando la economía mexicana salga de la recesión.
La tasa de inflación anual inicio un proceso al alza en febrero de 2021, año en el que cerró en 7.36% (en 2020 concluyó en 3.15) y a junio de 2022 alcanzó un nivel de 7.99%, el nivel más alto en los últimos 21 años. Así, el Banco de México decidió incrementar la tasa de referencia hasta 7.75% y modificó su estimado de inflación para finales de año de 6.4% a 7.5%; además, señaló que será hasta el tercer trimestre de 2023 cuando la inflación baje al objetivo inflacionario del 3% (+/-1%). En este contexto, los analistas estiman que la tasa de interés continuará subiendo y hacia finales de año podría ubicarse entre 9.5 y 10 por ciento.
En el corto plazo, lo que resta del año, algunos analistas no ven riesgo de recesión. Un indicador positivo es el reporte de las ventas de los establecimientos comerciales agrupados en la ANTAD pues han mostrado crecimiento de doble digito desde el 2021 hasta mayo del año en curso. En junio el incremento fue de 7.9% para tiendas iguales y 10.3% en tiendas totales.
¿Estanflación, recesión o desaceleración? Los analistas económicos no terminan de ponerse de acuerdo pues como dice Para Paul Krugman, Premio Nobel de economía, “Estamos ante un nuevo mundo moldeado por la COVID-19. Es posible que las disrupciones asociadas con la adaptación a la pandemia y sus consecuencias sigan desempeñando un papel importante. Y, por supuesto, tanto la invasión rusa de Ucrania como los confinamientos en las principales ciudades de China han contribuido a un nivel completamente nuevo de disrupción”.