La cadena de la industria de la madera y mueble, incluido el sector forestal, la maquinaria especializada para madera y la proveeduría aplicada al sector han confirmado que la industria ha sido de las más “beneficiadas” por este evento global.
Lo anterior se debe a que el confinamiento obligado de la mayoría de las empresas (de distintos niveles) y trabajadores independientes tuvieron que permanecer en casa y ubicar un espacio dentro de ella, que les permitiera seguir cumpliendo con sus tareas de una manera cómoda y útil. Gracias a este antecedente, crecieron las ventas de muebles de un 5% hasta un 20% a nivel general.
No obstante, en el 2020, en uno de los puntos álgidos de las restricciones resultantes de la pandemia, la producción vendida con grandes y medianas empresas experimentó un retroceso interanual de casi el 50%, mientras que el volumen de producción de muebles de madera disminuyó más del 60% con respecto a 2019. Hoy, ajustando las expectativas hacia el contexto real del aún existente confinamiento, la industria de muebles de México se posiciona como la segunda más importante de LATAM, con un mercado de 2,460 millones de dólares. Y aunque tiene superávit comercial, la cadena de suministro de materias primas depende fuertemente de importaciones. En el año de la pandemia, el sector mueblero nacional exportó 129 millones de dólares e importó 52 millones de dólares. Por otro lado, los cambios en los hábitos de compra y consumo —la omnicanalidad— metió a los muebles en el ‘carrito’ de la compra online.
En el marco de la MEM Industrial- Tecno Mueble Internacional (MEM-TMI), la feria líder de la industria de la transformación de la madera y el mueble en América Latina, se dijo que para alcanzar los retos y cumplir con los compromisos con el sector, AMPIMM junto con Hannover Fairs México buscan fortalecer la cadena de valor de la producción de muebles y la proveeduría para llevarlo a cabo.