Hoy estas técnicas continúan utilizándose principalmente en los países y comunidades más pobres del mundo. No obstante, la creciente preocupación mundial por cuidar el planeta y frenar el cambio climático está suscitando el interés de estos materiales de construcción para ser utilizados incluso en las construcciones modernas, todo con el afán de disminuir el consumo de materiales de difícil reciclaje, altamente contaminantes y, en algunos casos, tóxicos.
Entre los beneficios de construir con tierra, los expertos destacan el bajo consumo de energía, el menor impacto ante los cambios de temperatura, la no generación de desperdicios y el aprovechamiento del aislamiento acústico que tienen estos materiales de construcción orgánicos, así como su flexibilidad, característica que resulta conveniente en zonas de movimientos telúricos recurrentes, tal como es el caso de algunos estados y ciudades mexicanas.
Construir con tierra es, para muchos, el futuro de la arquitectura ecológica a nivel mundial, aunque advierten que se debe invertir en investigación para mejorar su desempeño.