El proyecto MoBlock, Cons-truc-ción Sus-ten-ta-ble, propone la fabricación de un block de concreto, pero en un formato modular –como en los juegos para armar–, y la sustitución de la arena de la mezcla tradicional por caucho triturado, lo que evita la demolición de piedra de los cerros regiomontanos y recicla neumáticos de desecho.
La innovación de MoBlock consiste en bloques más ligeros y con mejoras en las propiedades termoacústicas. Esta técnica permite que el trabajo de construcción sea más accesible –incluso los propios habitantes pueden desarrollarla, pues no se requiere mortero para unir los bloques. Además representa una reducción de emisiones de CO2, un ahorro significativo en el proceso de construcción y un impacto positivo en el bienestar de las personas. La clave, de acuerdo con sus desarrolladores Leonel, Saúl y Aarón, fue investigar la factibilidad de mezclar el concreto con el caucho triturado.
Promax Challenge es una iniciativa, impulsada por Fundación Promax y Filiales de Grupo Promax, que presenta un reto a estudiantes de Nuevo León con el fin de convertirlo en agentes de cambio que aporten propuestas innovadoras de impacto social.
Lo que los jóvenes universitarios buscaron a través de su proyecto fue elevar la calidad de la vivienda, especialmente en las zonas conurbadas, en la periferia de las ciudades, donde los habitantes construyen por sí mismos casas de láminas, de tarimas y de lonas.
Como lo expusieron los alumnos de la UDEM en su estudio, se calcula que en México se desechan 50 llantas por minuto; tan solo en 2016, se desecharon más de 60 millones de neumáticos, de los cuales solo se llegó a reciclar un 10%. Además, según el Plan de Manejo de Neumáticos Usados de Desechos (2017), en México se reutiliza el 17% de estos como fuente de energía para hornos en la industria cementera, pero la quema de llantas produce emisiones peligrosas de contaminantes, los cuales afectan directamente la salud humana, generando problemas de la piel y ojos, padecimientos respiratorios e incluso algún tipo de cáncer. Esta práctica también propicia la destrucción de ecosistemas, con impacto en la atmósfera, el suelo y las fuentes de agua.
En cambio, si el neumático se tritura, como lo propone el proyecto estudiantil, existe una gran variedad de aplicaciones para transformar este material contaminante en materia prima. Estas aplicaciones van desde su incorporación en mezclas de pavimento o concreto, hasta la creación de impermeabilizantes a base de caucho de neumáticos, mangueras, suelas de zapato, césped sintético y aislante térmico, entre muchas otras posibilidades.
Durante su presentación, el equipo universitario comparó precios del bloque convencional, calculado en 25 pesos, con el MoBlock, en 30 pesos, mientras que el costo del mortero por metro cuadrado es de 50 pesos y la mano de obra por metro cuadrado es de 220, pero la propuesta de los alumnos no requiere de mortero y puede eliminar el costo de trabajadores, por ser autoconstruible. Otro de los beneficios de este material es la posibilidad de reuso: si los propietarios desean remodelar la casa, solo tienen que desmontar los bloques usarlos de nuevo, en contraste con el bloque convencional que debe ser demolido y no es reutilizable.