Su construcción estuvo a cargo de la firma holandesa PlasticRoad, Orbia (antes Mexichem), y la Secretaría del Medio Ambiente de la Ciudad de México.
La PlasticRoad es una vía ciclista fabricada con 1,000 kilos de residuos plásticos, equivalente a medio millón de tapas de botella que permite la captación de agua de lluvia. Además de reducir los costos de mantenimiento, esta ciclovía plástica abona a la gestión del agua pluvial en la ciudad, ya que tiene la capacidad de almacenarla y drenarla. El primer piloto de esta ciclovía plástica, diseñada para el almacenamiento y drenaje de agua, se lanzó en septiembre de 2018 como una ciclovía de 30 metros en Zwolle, Países Bajos. En noviembre de 2018 se construyó el segundo piloto en Giethoorn. Después de más de dos años de uso monitoreado y desarrollo continuo del diseño para amplias aplicaciones industriales, PlasticRoad instaló la tercera en la Ciudad de México, que es la primera fuera de los Países Bajos.
La ciclovía plástica combina la idea de buscar una movilidad sustentable en la ciudad con la de reciclar plásticos, al convertirlos a materiales reutilizables y que construyan nueva infraestructura. Además, reduce la probabilidad de que haya encharcamientos y las necesidades de mantenimiento.