Las autoridades adujeron que tenía problemas de construcción y que se realizarían estudios, correcciones y el mantenimiento necesario para resguardar la seguridad de los usuarios. Pocos meses después reanudó su operación de manera ininterrumpida.
No obstante, el 3 de mayo de 2021 El Sistema de Transporte Colectivo (STC) Metro registró uno de los peores accidentes en su historia al colapsar una trabe, caer un convoy del tren y cobrar la vida de al menos 25 personas y reportar decenas de heridos.
¿Daños estructural o negligencia? Lo sabremos después de que una empresa noruega especializada en ingeniería técnica forense delimite las causas. Mientras tanto, todo apunta a que la principal problemática fue la falta de un mantenimiento óptimo que terminó por derivar en daño estructural de la infraestructura.
De acuerdo con los expertos, el daño estructural en una construcción puede ser ocasionado por diversos factores, entre ellos, el uso de materiales de construcción de mala calidad o con características no recomendadas para un tipo específico de edificación e incluso por el lugar geográfico de su construcción (sismicidad, por ejemplo). El daño severo o colapso de estructuras durante sismos importantes es, por lo general, consecuencia directa de la falla de un solo elemento o serie de elementos con ductilidad o resistencia insuficiente.
Otra causa es el no dar el mantenimiento necesario a la infraestructura por largos periodos de tiempo. En el caso de la línea 12 del metro la situación se agravó y no se atendió con el sismo de septiembre de 2017 al ser una estructura elevada.