La ferretería del futuro Digitalización, innovación y tradición… la mezcla perfecta

En todo pueblo o colonia no puede faltar una ferretería y es muy probable que su dueño conozca a todos o casi a todos sus clientes. 

También, es común que muchas de estas ferreterías –pequeñas y medianas– sean negocios que han estado en manos de una familia por generaciones dejando, gradualmente, la responsabilidad de su administración en los miembros más jóvenes.

Las nuevas generaciones tienen una formación profesional diferente e ideas innovadoras en las que la tecnología y el uso intensivo de las redes sociales ocupan un lugar preponderante en su día a día; hablamos de las generaciones Millennials y Z. Ellos no temen innovar, explorar, y experimentar para darle a sus negocios el toque que los distinga de entre la competencia, fortalecerlos y hacerlos más resilientes, con capacidad de adaptación a los cambios disruptivos que se presenten en el camino.

Ahora bien, no todos los cambios son exitosos. Al ser las ferreterías, predominantemente, negocios familiares están expuestos a riesgos derivados de los cambios generacionales en su administración, conformismo, y falta de interés de sus nuevos encargados, por lo que muestran escasa o nula flexibilidad de adaptación a modificaciones en las condiciones del mercado en términos de hábitos de consumo.

Toda actividad exige pasión y el sector ferretero más porque, al final del día, las personas que se encuentran detrás de un aparador deben mostrar vocación de servicio, empatía con sus clientes y un profundo conocimiento de los productos que venden, así como de los materiales con que están hechos; y por supuesto, dar soluciones idóneas a las problemáticas que les planteen. Eso es cercanía y asesoría personalizada, algo que las grandes cadenas de retail ferretero —en tienda física u online— no tienen. Esa es la ventaja competitiva de un negocio ferretero de barrio.

Cambiar para permanecer

En México operan más de 120 mil ferreterías, de acuerdo con datos del INEGI, y la inmensa mayoría de ellas ha permanecido en el mercado por un largo tiempo incluso ahora, ante uno de los eventos más disruptivos en la historia económica del país y del mundo —como lo ha sido la pandemia del COVID-19—, un alto porcentaje de estos establecimientos se ha logrado mantener, mostrando capacidad de resiliencia y de adaptación.

En nuestro país las ferreterías, como actividad esencial, nunca tuvieron que cerrar sus puertas por la pandemia, pero estuvieron obligadas a abrir bajo ciertas reglas, como restricción en la afluencia de clientes a sus tiendas físicas para guardar la sana distancia, y la negativa de la gente a salir para evitar su propagación. Esto, generó un profundo cambio en los hábitos de compra de la gente y dio paso al boom del comercio electrónico que los grandes almacenes de mejoras para el hogar lograron capitalizar, pero también algunos negocios pequeños y medianos que tuvieron la visión de elaborar una base de datos de sus clientes para establecer canales de comunicación con ello vía redes sociales (WhatsApp, Messenger, y Facebook), teléfono, correos electrónicos, etcétera.

Ferretería verde

 

En la ferretería del futuro no puede faltar la inclusión de productos innovadores y sustentables. Cada vez crece más la tendencia hacia lo ecológico por lo que incluir en los catálogos y anaqueles ferreteros estos productos es obligado.

En el mercado es cada vez más grande la posibilidad de encontrar calentadores solares; generadores de luz solar para la casa; luminarias con tecnología LED; pinturas y recubrimientos ecológicos; cementos y concretos con baja emisión de contaminantes; tubos fabricados con insumos más amables con el medio ambiente; llaves, regaderas e inodoros ahorradores; y aislantes térmicos entre otros. El catálogo es cada vez más extenso y también exige llevar una capacitación y actualización muy activa, para estar a la vanguardia de las soluciones ferreteras, a sus clientes de la mano de los proveedores.

La demanda y oferta de productos para la construcción sustentables -al igual que el comercio online- llegó para quedarse y exige respuestas efectivas de parte de los negocios ferreteros. Si los negocios tienen una extensión física limitada, es importante establecer contacto con proveedores para que, al momento de requerirlo, los surtan sin problemas. Esto es posible gracias a las ventas online.

Incluso, subidos en la ola verde, podría considerarse como parte de la oferta de productos de una ferretería todo lo relacionado con el desarrollo y mantenimiento de jardines; considerando que cada vez más personas están interesadas en vivir en un ambiente en el cual se respire un aire más sano.

Hoy por hoy, existen establecimientos especializados en surtir este tipo de productos a las hipotecas verdes otorgadas por el Infonavit y el Fovissste.

Otros negocios fueron un paso más allá y crearon su página web, enviaron newsletters e incluso crearon una aplicación, entre otras herramientas digitales, para estrechar la relación con sus clientes. Y si abrir una tienda en línea es una inversión que muchos establecimientos ferreteros no podían hacer, participar en un Marketplace, como Mercado Libre o Amazon, entre otros, era la opción. El objetivo era no quedar fuera de la jugada y no aprovechar las nuevas condiciones del mercado.

Así a la nueva forma de consumo vía remota con entrega a domicilio las ferreterías de barrio también supieron sacarle ventaja, aunque su radio de acción se circuncidara a su colonia y lugares vecinos. No se trataba de competir con los grandes almacenes, sino de aprovechar sus fortalezas y capacidades para trascender. Por otra parte, los consumidores también revaloraron este tipo de negocios por su cercanía y seguridad al no requerir grandes desplazamientos y el contacto con grandes aglomeraciones.

Conservar lo mejor

Como ya se mencionó, las ferreterías de barrio tienen grandes ventajas respecto a los grandes almacenes de mejoras para el hogar: la cercanía con sus clientes, la asesoría personalizada y un excelente servicio son puntos de fortaleza que se pueden aderezar con instalaciones limpias y organizadas que inviten a los clientes a pasar, comprar e incluso inspirarles a hacer algún trabajo para su casa o jardín por cuenta propia. De hecho, no se debe descartar la organización de talleres de capacitación para impulsar más las ventas del “Hágalo usted mismo”, un segmento de mercado cuyo crecimiento va en ascenso.

Al explorar Internet, los encargados y dueños de un negocio ferretero pueden encontrar un sinfín de ideas y soluciones, así como nuevos proveedores y productos que brinden a un negocio, por pequeño que sea, una ventaja competitiva. Muy importante, también, es contar con un adecuado surtido de mercancías para lo que la digitalización de los procesos es una herramienta eficaz.

Por otra parte, contar con personal que entiende y conoce los productos es vital para transmitir confianza a los clientes. Incluso, se pueden ofrecer servicios de instalación de algunos de sus productos.

En conclusión, la digitalización (e-commerce incluido), la omnicanalidad, el cuidado en los detalles para mejorar la experiencia de compra de sus clientes; la modernización del punto de venta, la asesoría personalizada, la empatía con el cliente; un servicio de alto nivel, y el óptimo surtido y elección de las marcas a comercializar (aquellas cuya definición es innovación y calidad) son los aspectos que definirán a las ferreterías del futuro. Y, por supuesto, no cansarse nunca de innovar en la administración, la oferta de productos, la comunicación con los clientes, etcétera. Siempre trabajar para dar un plus.

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