En lo que se refiere al PIB de comercio al por menor, las variaciones que registró en el primer, segundo y tercer trimestre del año en curso fueron de -8.5%, -29.1% y 1.1% respectivamente.
Cabe anotar que las expectativas de los analistas para la economía en 2020 y 2021 han venido mejorando en los últimos meses, aunque —apuntan— el ritmo de recuperación se observa cada vez más lento y frágil, ante lo cual algunos estiman que el PIB regresaría a los niveles prepandemia hasta después de 2023.
Recordemos que, además de los efectos devastadores que el coronavirus ha tenido sobre las actividades económicas ya desde el 2019, el PIB venía registrando tasas de crecimiento negativas desde el tercer trimestre por lo que ya suma cinco caídas al hilo.
Ahora bien, no solo los analistas de las principales casas e instituciones de análisis del país han mejorado la expectativa de crecimiento (menor decrecimiento para 2020), también los organismos internacionales apuntan hacia este pronóstico; de hecho, la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económico (OCDE) es más optimista pues prevé un crecimiento del 3.6% para el próximo año, aunque alertó sobre el aumento de la pobreza y las desigualdades, aunado a los riesgos derivados de la pandemia que aún persisten.
Por otra parte, uno de los factores que ha estado presente en los últimos dos años en el desempeño de la economía es la caída de la inversión privada que continúa en niveles muy bajos, de acuerdo con el indicador de confianza empresarial difundida por el INEGI, aunque sí muestra signos de recuperación.
Asimismo, los analistas de Citibanamex señalan que, con la llegada de las vacunas contra COVID-19, el próximo año podrá ser una esperanza para impulsar la recuperación económica en México, aunque probablemente se dará de manera heterogénea: más rápida en los sectores vinculados a la exportación, como el automotriz o el agroindustrial; y más lenta en los sectores que dependen más del mercado interno y del tránsito de personas, como el turismo.