El acero proviene del hierro, así que mientras el hierro es un elemento, el acero es una aleación de hierro y carbono, y puede contener proporciones de aluminio, zinc, níquel, manganeso, cromo, vanadio, wolframio, entre otros, dependiendo de las cualidades que se deseen resaltar. La variedad de aleaciones hacen del acero una solución mucho más resistente y versátil en comparación con el hierro.
Por su parte, el hierro ofrece características óptimas para ser forjado, martillado, laminado y además es fácil de cortar. También puede ser transformado en alambre y utilizarse para producir varillas, vigas, estribos, tuberías, láminas, chapas, placas, puentes, escaleras, entre otras soluciones.
Una desventaja del hierro es que se oxida con facilidad y su vida útil es menos larga que la de otros materiales empleados en estructuras, como el acero, que destaca por su resistencia a los impactos. Cabe añadir que el hierro tiene menor resistencia al calor que el acero, por lo que esta aleación logra tener las bondades del hierro y más.
Cuando el hierro se funde directamente en el alto horno, se obtiene el arrabio con muchas impurezas. Si se funde otra vez, o se refina el hierro colado, se adquiere con menos degeneraciones. Este material es el que se usa para objetos cotidianos como estufas, refrigeradores, tuberías, entre otros. Al volver a fundirlo se descarta la mayoría de las impurezas y se le conoce como hierro dulce; el resultado de este proceso es un producto resistente y tenaz.
Usos del acero
Como se mencionó antes, el acero es más duro que el hierro por tener características complementarias de otros elementos, así que además de poseer propiedades de elasticidad, tiene una gran ductilidad, por lo cual se puede deformar, pero no necesariamente romper. Es por ello que el acero es la base para generar soluciones de concreto reforzado (hormigón armado), compuesto de barras o mallas de acero y concreto, que permiten un armado estructural interior de metal.
Entre los beneficios del acero está la resistencia sísmica, ductilidad, facilidad de construcción, resistencia al calor, durabilidad y versatilidad. Su uso principal ocurre en la construcción industrial, edificación vertical u horizontal, túneles, minerías, tubos, prefabricados, pavimentación para autopistas e infraestructura en general. A su vez, el concreto reforzado es la base de la construcción por su composición de concreto con productos de acero como lo es la malla de ingeniería, el torón de presfuerzo, el alambre de presfuerzo y las fibras de acero.
Aunque cabe destacar que el acero no es un material exclusivo de la industria de la construcción, también es requerido en la automotriz, electrodomésticos, muebles, esculturas, y herramientas, entre otras.
En síntesis, aunque las varillas pueden ser de hierro y acero, en realidad el acero es la mejor opción para esas soluciones; mientras que el hierro es mayormente utilizado para productos cotidianos como microondas, lavadoras, entre muchos otros. Por otro lado, al hablar del acero nos referimos a soluciones como zapatas, pilotes, pisos, losas, muros u otros productos que dan estructura a las edificaciones.
Fuente: DEACERO.