Para algunos, el trabajo remoto expuso debilidades en sus planes de continuidad, ya que herramientas como el Internet de alta velocidad y de videoconferencia fueron muy utilizadas. Hoy la inversión en tecnología e innovación destaca como prioridad en los próximos cinco años, de acuerdo con un 28% de las respuestas. Cabe anotar que, en México, este porcentaje fue del 31 por ciento.
En nuestro país las empresas consideran que, con base en la experiencia observada en los últimos seis meses, la digitalización de los procesos de pago y de los procesos comerciales se convertirán en un estándar en los siguientes dos años.
Por otra parte, la disponibilidad de flujo de efectivo también fue un desafío al que debieron enfrentarse las corporaciones, pues solo 43% dijo haber realizado pasos previos para fortalecer su posición financiera.
Sin duda, la crisis ha obligado a muchas empresas a adaptarse. Al respecto, el 63% señaló que ya han realizado cambios en sus operaciones (en México esta proporción llega al 79%), mientras que el 44% dijo que cambiará aún más sus productos y servicios, ya sea diversificando o modificando su oferta a las necesidades del mercado.
En el largo plazo, los planes de negocios de las empresas ahora requieren un personal más ágil —con el cual pueda acordar un trabajo más flexible— y cambiar las instalaciones de producción y oficina, además de un mayor enfoque en la tecnología y la sustentabilidad.
El 69% considera que la tecnología hará posible que el trabajo flexible sea una práctica estándar; un 34% espera reducir sus viajes aéreos; y un 91% considera que podría rediseñar sus negocios y hacer que sus cadenas de suministro sean más sustentables.
De acuerdo con la encuesta, el desafío que enfrentan las empresas les ha permitido replantearse, entre otros factores, su infraestructura, y la forma en que conectan y hacen llegar bienes y servicios a sus clientes. Hoy se vuelve muy importante conocer cómo han cambiado las necesidades de sus clientes y la respuesta que quieren dar, para lo cual han acelerado el uso de herramientas digitales para mantener la liquidez y gestionar mejor sus recursos.