Según el McKinsey Global Institute, existen tres niveles en los cimientos de una ciudad inteligente:
- tecnológica, incluye redes de conectividad, sensores y dispositivos electrónicos;
- infraestructura (hardware y software) para gestionar y analizar los datos recabados por la primera; y
- los ciudadanos y sus hábitos digitales.
Según la Encuesta Nacional sobre Disponibilidad y Uso de Tecnologías de la Información en los Hogares (ENDUTIH) 2019, presentada por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT), y el Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT); en México hay 80.6 millones de usuarios de Internet que representan el 70.1% de la población de seis años o más.
Los teléfonos celulares han sido los más utilizados para conectarse a Internet, con el 95.3% de los entrevistados quienes mencionan ocuparlos con este fin; un 33.2% usan computadora portátil; y el 28.9% la computadora de escritorio.
Las principales actividades realizadas en Internet en 2019 fueron entretenimiento (91.5%), obtención de información (90.7%), y comunicación (90.6%). En tanto, las menos realizadas fueron operaciones bancarias (16.8%), ordenar o comprar productos (22.1%), e interactuar con el gobierno (35.6%), lo que representa un área de oportunidad para incrementar este tipo de soluciones.
En 2019, el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) reconoció a las ciudades de Maderas, Querétaro; Tequila, Jalisco; Ciudad Creativa Digital, Jalisco; y Smart, Puebla como urbes inteligentes. La Ciudad de México está en camino de lograrlo.