Un sector que observa gran capacidad de adaptación e innovación para satisfacer la cambiante demanda de los consumidores y las cada vez más estrictas exigencias medioambientales; esto asegurándose de cumplir con algunos de sus objetivos básicos: a) la seguridad y la eficiencia en el uso de la energía; y, b) la resistencia al desgaste y corrosión de los materiales utilizados en su fabricación a través de la aplicación de la nanotecnología en los materiales que las firmas de la industria utilizan en su fabricación. Las nuevas tecnologías aplicadas a la electricidad y los sistemas eléctricos aumentarán su eficiencia.
En lo que se refiere a los materiales de conducción destacan el cobre y el aluminio, siendo el primero el más eficiente en la conducción de la electricidad. En aislantes (materiales con amplia resistencia al paso de la corriente eléctrica y que además evitan fugas) se utiliza cloruro de polivinilo (PVC), mientras que el polietileno se utilizan como aislante y cubierta protectora de los cables eléctricos, debido a su alta resistencia a los impactos y a la abrasión. También, están los cables de fibra óptica que usan luces o láseres para transmitir información, lo que le permite tener mayores velocidades que los del cobre.
Por lo que se refiere a la iluminación (focos, lámparas, luminarias y reflectores), las innovaciones están en la cada vez más extendida tecnología LED (en detrimento de la cada vez más obsoleta luz incandescente), una luz eficiente y con menos emisión de contaminación lumínica, además de que son fabricadas con materiales menos pesados y que, por lo tanto, reducen su impacto en el medio ambiente. Asimismo, la iluminación UV-C con aplicaciones antibacterial y antiviral para aplicaciones de salud está en boga hoy día.
Y así podríamos analizar lo más nuevo en cada segmento del sector de material eléctrico pero la lista de productos es, como ya se mencionó, muy extensa.
El mercado
Algunas de las industrias que son importantes consumidoras de materiales eléctricos son construcción, automotriz, electrónica, línea blanca, telecomunicaciones, aeroespacial, y un gran etcétera, pues están presentes en prácticamente todo lo que nos rodea en la casa, oficinas, fabricas, vía pública, hospitales, y medios de transporte.
En general, el 2020 fue para la economía mexicana uno de los peores de su historia moderna y algunas de las industrias antes mencionadas se vieron severamente afectadas. Este año, habrá un rebote y es probable que al final del año concluyan con más o menos crecimiento, pero con expectativas positivas; entre ellas la construcción que ha sido una de las castigadas.
No obstante, un factor que podría jugar en contra de la industria de material eléctrico es que el pasado 1 de febrero, el presidente López Obrador presentó la iniciativa para modificar la Ley de la Industria Eléctrica aprobada en la reforma energética en el sexenio pasado, con lo que pretende establecer como obligación los límites a la generación de electricidad privada y la dominancia de la Comisión Federal de Electricidad (CFE), además de limitar la generación de energías limpias.
En lo que se refiere al comportamiento de los precios del sector, el año pasado registraron incrementos sustanciales, registrándose los mayores incrementos en el segmento de cable, alambre y conductores eléctricos con un 10.9%; le siguió accesorios eléctricos con un 10.4%; y transformadores, generadores y tableros eléctricos el 8.1 por ciento.
Entre las firmas proveedoras de material eléctrico en nuestro país anotamos a ABB México, Abengoa México, Argos Eléctrica, Beghelli de México, Bticino, Conductores del Norte, Conductores Monterrey (Viakon), Condumex; Construlita Lighting, Draka Durango, Estévez, GE, General Cable de México, Industrias Unidas (IUSA), Kobrex, Leviton, NL Technologies, Osram, Schneider Electric México, y Philips México, entre muchas otras. Por cierto, las de origen mexicano destacan en lo que a conductores y aislantes se refiere, algunas con gran reconocimiento y consideradas como empresas de clase mundial.
Normas poco estrictas abren paso al mercado de material eléctrico pirata
En el 2019, en el marco de la Expo Eléctrica Internacional (este año se llevará a cabo del 8 al 10 de junio en el Centro Citibanamex de la Ciudad de México), representantes del sector eléctrico dijeron que la existencia de un mercado de material eléctrico pirata es complicado desde el punto de vista de los fabricantes (afectan sus ventas), para el erario público (se recaudan menos impuestos), y para los consumidores porque al adquirirlos generalmente a menor costo ponen en riesgo su vida al ser muy alta la probabilidad de que esos productos no cumplan con las normas oficiales mexicanas y estén elaborados con materia prima de mala calidad. De hecho, estimaron que estos productos son responsables de hasta el 70% de incendios en casas debido a factores, como el sobre calentamiento, una mala instalación y la falta de cumplimiento de las normas oficiales.
Angélica Quiñónez, presidente de la Asociación de Energía Solar, y Mauro Militi, director comercial de la Expo Eléctrica Internacional, dijeron que el 40% de material de baja tensión que se comercializa en el país es piratería nacional y extranjera que se llega a comercializar hasta 50% más baratos en tianguis, puestos ambulantes e incluso en algunos establecimientos comerciales. Entre los productos pirata que más se comercializan destacan los focos, clavijas, enchufes, extensiones, fusibles, balastras, interruptores y cable.
Por otra parte, para la Confederación Nacional de Co-mer-cian-tes de Material y Equipo Eléctrico (Conacomee) apuntó que los robos, la falsificación, la reconstrucción y la venta de productos de origen asiático afecta al sector energético en el país, ya que seis de cada 10 mercancías en el mercado son “piratas”. El organismo también señaló que anualmente en México se importan 150 millones de pesos en mercancías eléctricas que no reúnen los estándares mínimos de calidad exigidos por la Norma Oficial Mexicana.
En particular, la norma NOM-003-SCFI-2014 establece las especificaciones de seguridad que deben cumplir los aparatos y productos eléctricos que utilizan para su alimentación la energía eléctrica del servicio público, así como de otras fuentes de energía, tales como pilas, baterías, acumuladores y autogeneración, en corriente alterna y/o corriente continua, con una tensión nominal hasta 1 000 V en corriente alterna y de hasta 1 500 V en corriente continua.
Entre los productos que requieren dicha certificación están las siguientes categorías: artefactos eléctricos, aparatos electrodomésticos, herramientas eléctricas, equipos de control, y distribución y luminarias.
Pero ¿a qué se debe la alta incidencia de mercancía pirata en el mercado de material eléctrico? Una de las razones más importantes es la laxitud de las normas de calidad y certificación para los productos que se comercializan en México.