El desequilibrio entre la oferta y la demanda también se observa en el mineral de hierro, el cobre y el aluminio lo que está afectando las cadenas de suministro en diferentes industrias, entre ellas la automotriz, línea blanca y construcción que ya reportan un aumento significativo en sus costos de operación con los precios de estos metales alcanzando niveles récord. Y es que la oferta se está quedando rezagada respecto al crecimiento que registra la demanda impulsada por la pronta recuperación de China y los estímulos anunciados por diversas economías del mundo, entre ellas, la de los Estados Unidos.
En el caso específico del cobre, su encarecimiento se liga también a la ola de descarbonización que están emprendiendo las economías ya que al ser un insumo vital en el desarrollo y expansión de la infraestructura verde generadora de energía se prevé que su demanda mantenga tasas de crecimiento positivo.
¿Cuánto más durará el rally alcista del precio de los metales? Algunos analistas apuntan que no durará mucho más allá de finales de 2021 o principios de 2022, siendo el cobre el que presenta las mejores expectativas de seguir creciendo impulsado por el papel protagónico que tendrá en el proceso de descarbonización de todas las economías del mundo incluso ya comienzan a llamarlo “el nuevo petróleo”.
De acuerdo con datos de Bloomberg, el precio del cobre se ha duplicado desde los mínimos registrados hace un año y está cerca de un máximo de nueve años, y un mayor consumo de cobre para la descarbonización podría impulsar un crecimiento de la demanda anual hasta en un 3%, situación que se sumará a los períodos en los que la oferta es escasa, con potencial alcista para los precios pues la demanda de generación de energía renovable, almacenamiento de baterías, vehículos eléctricos, estaciones de carga e infraestructura de red relacionada representa aproximadamente una quinta parte del consumo de cobre.
Para analistas de la firma Goldman Sachs la pandemia de coronavirus ha marcado el comienzo de una nueva era de crecimiento intensivo en productos básicos, ya que los gobiernos ponen mayor énfasis en la creación de empleo y la sostenibilidad ambiental. Sin embargo, para otros, el desempeño alcista de las materias primas de los mínimos de COVID de 2020 es solo un repunte cíclico impulsado por la enorme respuesta fiscal y monetaria a la pandemia.