El paro casi total de actividades no esenciales y el confinamiento generalizado de la población, derivados de la pandemia del COVID-19, han tenido un efecto devastador para México por lo que pronósticos apuntan que recuperar lo perdido nos llevará algunos años.

Por ejemplo, The Economist estima que México recuperará el nivel que tenía en el primer bimestre de 2020, en términos económicos, a mediados de 2025; es decir, este será un sexenio de crecimiento perdido para el país. Para la economía estadounidense -otro motor de crecimiento para la industria manufacturera mexicana- prevé que se recuperará hacia el segundo semestre de 2022.

Cabe anotar que, previo a la pandemia, nuestro país venía registrando tasas de crecimiento negativas desde el segundo trimestre de 2019 y que una de las principales razones -que a la fecha persiste- es la contracción de la inversión fija bruta, así como la reducción de la inversión pública en obras de infraestructura.

Por actividades, las primarias (agricultura, ganadería, etcétera) cayeron 0.2% de abril a junio, frente al mismo periodo de un año antes; las secundarias (industria) se desplomaron 25.7%, y las terciarias (servicios) bajaron 16.2 por ciento. El hundimiento de las actividades secundarias se dio en un contexto de exclusión de algunas industrias de mayor impacto en la economía (la industria de la construcción, automotriz y autotransporte, entre ellas) de las consideradas como esenciales.

Lo peor ya pasó… pero

De aquí en adelante veremos crecimientos positivos, pero serán sobre niveles dramáticamente bajos. Por ejemplo, el presidente López Obrador ha dicho que este mes de agosto el IMSS ya registra la creación de 50,000 empleos; sin embargo, de abril a julio la destrucción de empleo formal superó el millón de plazas.

La profundidad de la caída y los escasos estímulos otorgados anticipan que la recuperación de la economía mexicana será lenta. Así lo confirman diversos análisis, entre ellos, los de The Economist y BBVA que apuntan la recuperación del nivel que tenía la economía mexicana en el primer bimestre de 2020 hasta el 2025.

Cabe anotar que el gasto de los hogares cobró fuerza en junio y registró un repunte, favorecido por la reapertura de las empresas, la recuperación parcial del empleo y el dinamismo de las remesas, aunque los analistas esperan que se modere en los próximos meses.

Por lo pronto, Moody´s, la calificadora de valores, estima un rebote del 3.7% del PIB en 2021 al tiempo que la ubica como una de las economías con la recuperación más lenta.