A propósito de la industria de la construcción, vale la pena tener en cuenta que es la cuarta actividad económica que más aporta al Producto Interno Bruto (PIB) nacional, y la tercera en cuanto a generación de empleo (con más de 6 millones de empleos directos y 3 millones de indirectos). Además, su cadena productiva involucra a 183 de las 262 ramas económicas registradas por el Inegi, de ahí deriva su importancia o efecto multiplicador en la economía en su conjunto. Un sector constructor robusto “jala” a la economía al crecimiento positivo.

Cabe anotar que mientras que en el 2019 la industria de la construcción cayó 5.2%, en 2020 el desplome fue del orden del 17.2% como consecuencia, entre otros factores, de los efectos de la pandemia del coronavirus y del bajo gasto público en infraestructura, así como de una moderada participación del sector privado. En lo que respecta al primer bimestre de 2021, el panorama continúa siendo el mismo, aunque ya empieza a registrar crecimientos positivos respecto al año pasado.

Para este año la Cámara Mexicana de la Industria de la Construcción (CMIC) pronostica que la construcción podría crecer cerca del 5% aunque algunos expertos del sector pronostican entre un 3% o 4 por ciento. Ya la variación que registró en enero y febrero fue positiva, no obstante, el sector está muy lejos de alcanzar los niveles que registraban en 2018 aún y con las obras de infraestructura que ha anunciado el gobierno.

Este año, el impulso positivo viene dado por parte de la construcción comercial y el impacto que ha tenido el crecimiento del comercio en línea y su demanda de construcción de parques industriales y de logística.