De acuerdo con la Sociedad Mexicana de Interioristas (SMI), el sector jamás paró con la pandemia e incluso registraron un crecimiento de entre 20% y 25%. Entre los servicios más demandados señalan la instalación de torres sanitizantes, medidores de temperatura, muros de acrílico, dispensadores de gel antibacterial y antisépticos, así como rediseño de espacios amplios para la convivencia, estudio o trabajo.
La industria del interiorismo crece anualmente cerca de 20%, pero con la pandemia se espera que esta actividad cobre relevancia por la plusvalía que dejará en las propiedades en las que empresas y particulares han comenzado a invertir para darle un uso práctico con la reconversión de espacios.