La aparición de nuevas cepas del COVID-19 –más agresivas y mortales–, el potencial surgimiento de una tercera ola, y el surgimiento de presiones inflacionarias derivadas de la escasez y encarecimiento de materias primas y productos finales, a nivel global, mantienen en alerta al sector ferretero.

Nuestro sector, como otros, está enfrentando un proceso de desabasto e incrementos continuos en el costo de su proveeduría lo que, inevitablemente, se ha tenido que trasladar al bolsillo de nuestros clientes.

Así, las ventas ferreteras no terminan de recuperar su nivel prepandemia pues, además, tenemos un mercado interno débil (el 67% de los consumidores continúa con afectaciones en sus ingresos de acuerdo con la firma Kantar), y un lento avance en el proceso de vacunación (12.5% de la población) que limitan, en cierta medida, la recuperación de las actividades económicas, aunque la expectativa de crecimiento para la economía mexicana en 2021 continúa mejorando y ya está en alrededor de un 6 por ciento. Recordemos que para alcanzar la inmunidad de rebaño debe estar vacunada el 70% de la población para llegar a la inmunidad, lo que llevaría a una recuperación de las actividades económicas y del empleo más fuerte y sólida.

¿La luz al final del túnel? Todavía no. Si decíamos que el 2020 era un año para olvidar, podemos decir que este 2021 es un año para trabajar. Trabajar en construir o reconstruir nuestros procesos de compra y de venta, de atrevernos a adoptar más tecnología, de ser más eficientes y flexibles en la gestión de nuestros inventarios y de estrechar relaciones con nuestros proveedores.

Los problemas en las cadenas de suministro mundiales –va del proceso de fabricación a la distribución y disponibilidad de productos para el cliente final– persiste, aunque de acuerdo con algunos ferreteros que conversaron con nosotros, la proveeduría comienza a mejorar, pero a paso lento.

La inflación, el tipo de cambio, el avance hacia una economía mundial más sustentable, el proceso de vacunación para lograr la inmunidad de rebaño, entre muchos otros factores, seguirán ejerciendo presión sobre las ya muy debilitadas cadenas de suministro mundiales, y el sector ferretero deberá prepararse para salir bien librado.

Eduardo Casanova Islas

Presidente del Consejo Editorial