Al iniciar el presente año, los pronósticos de crecimiento de nuestra economía para 2023 estaban por debajo del 2% y los analistas veían improbable alcanzar el 3% que la Secretaría de Hacienda fijó en sus Criterios Generales de Política Económica (CGPE), debido al elevado crecimiento de los precios que prevaleció por varios meses (inflación), altas tasas de interés y la posible recesión de la economía estadounidense.
A mediados de agosto el panorama para la economía mexicana se presentó optimista. En la Encuesta más reciente de Citibanamex, 11 de 33 instituciones y analistas consultados estiman ya un crecimiento de 3% o incluso superior.
Por otra parte, al irse despejando el riesgo de recesión en EE. UU. –incluso su expectativa de crecimiento también se fortaleció–, el incremento de la participación de las importaciones procedentes de México en ese país, y la posibilidad de que la reubicación (nearshoring) de firmas procedentes de Asia en territorio nacional sea cada vez más palpable, nuestro país contará con los fundamentos necesarios para crecer incluso por arriba del 4% en 2024, de acuerdo con algunos analistas. Cabe recordar que, además, este es un año electoral en el que se incrementará el gasto público.
Es importante resaltar que los beneficios de la reubicación también serán visibles en el sector ferretero, para el cual se prevé un crecimiento a una tasa del 6% este año, y que en el 2024 podría llegar a 7 u 8%, según las estimaciones de la firma Best Consulting. Al escenario anterior también se suma una mayor actividad en la industria de la construcción ligada al desarrollo de parques industriales, centros comerciales e infraestructura.
El panorama se muestra positivo para el país y para el sector. Corresponde a las ferreterías hacer los cambios pertinentes para aprovechar las oportunidades que se presenten en el camino.
Eduardo Casanova Islas