La manufactura aditiva es un conjunto de técnicas que, a diferencia de las manufacturas sustractivas o formativas, se basan en la adición de materiales para fabricar un producto. Aunque la técnica más conocida es el binder jetting o impresión 3D, existen otras seis metodologías, según la norma ISO/TC 261, que utilizar láser o polvos para llevar a cabo este tipo de fabricación.
En todos los sectores de la industria mexicana existen oportunidades para la manufactura aditiva, pero los que más han aprovechado esta tecnología son el sector automotriz, el aeroespacial, el sector de defensa, el médico, el de electrodomésticos y el metalmecánico y herramental.
Una de las empresas del sector metalmecánico que utiliza la manufactura aditiva en sus procesos es 3DISON, líder en la radiografía de piezas para la industria de la fundición toda vez que ha incursionado en el desarrollo de modelos y piezas para este sector a través de la impresión 3D.
Para la AMMA 3D, que agrupa a más de 15 empresas del sector de la manufactura aditiva, el principal reto a superar es el modelo de producción maquilador de la industria mexicana que no impulsa el diseño de productos en el país. A éste se añade el cambio de paradigma que ocasionó la manufactura aditiva para los diseñadores que estaban acostumbrados al diseño de piezas en impresoras 3D y la falta de inversión por la aversión al riesgo que genera la tecnología.
La falta de inversión por desconocimiento de la tecnología fue un factor que afectó directamente a 3DISON. De acuerdo con Álvarez, la compañía no ha podido crecer al ritmo que desea debido a la falta de inversión que provoca la falta de conocimiento alrededor de la tecnología.